Lunaria sentimental

La luna desviste  las rosas; de historias plebeyas las despoja:
En su vientre arden dos carro de tiro


Cargados de estopa.

Desnuda y ósea,
Se lanza hacia la noche sin fondo
Que abre sus fauces calientes
Para que la blanca hija se eche, coronada de arrorróes
Sables y diente rojos…

Eternos vientos de leyenda le humedecen la frente.


Es la hora del nada más, del ven acá, de las rotas cadenas y los puentes levadizos.

Se cierra una puerta.


Ahora el rotomundo descansará de esta maratón sin premios ni apremios

que dice ser la vida...

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