Desde que me sale esta sustancia de la punta de los dedos
voy cerrando las puertas a la barbarie
de quien se dice Teseo
y no cree en los minotauros.
A la barbarie de quien se dice Ariadna
y el hilo que ofrece va impregnado de curare,
de quien se dice Fedra
y la traición es su plato diario.
(Los médicos dicen que es sangre por su color y su olor al contacto con el aire.)
Es dulce y atrae como jugo de lúcuma.Lo cierto es que ahora comprendo a la serpiente dE Eurídice
a la ciudad prohibida
a Genghis Kan
y a tantas bárbaras criaturas
que jamás supieron que el amor es esa puerta
que se cierra ni bien abrimos los ojos al destello
que inocentes
habíamos inventado...
mientras nos quitamos una a una
las finas agujas de la punta de los dedos
por donde fluye esta sustancia roja que nos hace cerrar las puertas
a la capa enroscada en el puñal sin cara
que gira hacia nuestra espalda
cuando el bárbaro amor aprieta sus bisagras.
ALICIA BENÍTEZ INÉS.
De la Serie 'El bárbaro amor'.
Dicen que en el amor y en la guerra todo se vale, Que los dos son un arte, pero ¿Que hara la inocencia en medio de tanto caos? Despues de todo, y ni aun asi, no pierde la belleza y la pureza.
ResponderEliminar"Cuando el amor abriga la inocencia, destroza la mas hermosa de las flores"
Me encanto tu texto...
A la inocencia no le desagrada el caos, mas bien te diría que el caos huye de la inocencia, cuando reconoce que ésta tiene funcionamiento propio. Mi estimado Eternnal, sigamos practicando la inocencia a ultranza.
ResponderEliminarUn abrazo.
tengo el presentimiento de que con usted, voy a aprender una o dos cosas. Gracias!
ResponderEliminarAu Revoir...
jajaja y yo de vos, tres o cuatro, es la vida con sus enseñanzas ocultas...
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